La publicidad es un texto argumentativo cuya finalidad es lograr convencer a las personas para que compren determinados productos o servicios.
Hay publicidades de diferentes tipos: radiales, televisivas, gráficas, orales, digitales.
Para lograr su objetivo estos textos utilizan diferentes recursos: en el lenguaje, emplean la segunda persona gramatical, verbos en modo imperativo, oraciones exhortativas.
Pueden acompañar el logotipo del producto con un eslogan (frase corta y fácil de recordar) que los identifique y además agregar un imagotipo por el cual la marca sea conocida sin necesidad de leer de qué se trata.
Algunas de las técnicas publicitarias más usadas son:
Respaldo de famosos: cuando éstos hablan de las virtudes de un producto o aseguran que ellos mismos los usan.
La voz de la autoridad: expertos o autoridades como médicos, dentistas, científicos hablan de la efectividad de algunos productos.
Evidencia científica: presenta pruebas basadas en investigaciones y datos estadísticos, en muchas ocasiones esta técnica se combina con la anterior.
Pruebas comparativas y encuestas de opinión: presentan los resultados de encuestas hechas a consumidores donde se ven comparaciones directas entre productos similares en competencia.
Avisos de atención sexual: utilizan modelos muy atractivos/as de manera que se vea como si al usar el producto mostrado el consumidor lograra parecerse al modelo.
Aviso “eres distinto”: intenta mostrar que con la compra de determinado producto se es más agradable, sofisticado, maduro, atractivo, etc.
Avisos pásala bien, relájate: intenta vender asociando al producto con situaciones placenteras o relajadas: fiestas, playas, veranos…
Avisos de oferta: intenta crear un sentido de urgencia planteando que es muy ventajoso utilizar el producto y que no se puede perder la oportunidad de adquirirlo